lunes, 27 de octubre de 2025

Mi reflejo en cada sombra




El makeup no es solo una rutina, es una forma de expresión. Cada color, cada brocha y cada estilo cuentan algo de nosotros sin necesidad de decir una palabra. Me gusta el maquillaje porque me permite jugar con mi creatividad, probar nuevas combinaciones y resaltar lo mejor de mí cada día.


Maquillarme es una manera de sentirme segura, de experimentar con mi estilo y de reflejar cómo me siento. A veces busco un look natural y fresco, otras veces algo más artístico o llamativo, pero siempre con mi toque personal.


Además, el makeup une a las personas. Compartir consejos, aprender nuevas técnicas o seguir a artistas del maquillaje se ha convertido en una comunidad donde todos aprendemos y celebramos la belleza de ser diferentes.


En definitiva, me gusta el makeup porque va más allá de lo superficial: es arte, confianza y autenticidad en cada trazo.


Método científico



La investigación se desarrolló siguiendo los pasos del método científico, garantizando resultados confiables y verificables:


  1. Observación: Se identificó la falta de acceso a alimentos frescos y nutritivos en algunas familias de la institución.
  2. Planteamiento del problema: Se formuló la pregunta sobre cómo las huertas familiares urbanas impactan la vida escolar y comunitaria.
  3. Hipótesis: Se propuso que las huertas fortalecen la convivencia, mejoran la alimentación y promueven la educación ambiental.
  4. Experimentación y recolección de datos: Se aplicaron encuestas estructuradas, entrevistas abiertas y registros de observación directa.
  5. Análisis de resultados: Se compararon los datos obtenidos para validar la hipótesis inicial.
  6. Conclusión: Se confirmó que las huertas urbanas tienen efectos positivos en la alimentación, el medio ambiente y la unión familiar.


Conclusiones



El proyecto de huertas familiares urbanas permitió comprender que cultivar no solo sirve para producir alimentos, sino también para fortalecer la unión entre estudiantes, docentes y familias. A través de las encuestas y observaciones se evidenció que las huertas son espacios de aprendizaje, convivencia y bienestar emocional.

Los estudiantes aprendieron valores como la responsabilidad, la solidaridad y el respeto por la naturaleza. Además, se comprobó que trabajar con la tierra ayuda a reducir el estrés, promueve una alimentación más saludable y refuerza el sentido de pertenencia hacia la comunidad educativa.

Este trabajo demostró que las huertas urbanas son una estrategia efectiva para mejorar la calidad de vida, fomentar la sostenibilidad ambiental y desarrollar una cultura de cuidado del planeta desde la escuela y el hogar.

Mi reflejo en cada sombra

El makeup no es solo una rutina, es una forma de expresión. Cada color, cada brocha y cada estilo cuentan algo de nosotros sin necesidad de...